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jueves, 5 de septiembre de 2024

Árbol del Mora. Cádiz. Ficus.Huerto del Sonido

¿Cómo suena el Árbol del Mora?.Cádiz. Ficus. Huerto del sonido (c) Julio Sanz Vázquez. Experiencia única y transformadora durante el paseo sonoro por los árboles emblemáticos de Cádiz, un recorrido que conectó profundamente con la naturaleza a través del sonido. Siguiendo las pautas del "Huerto del Sonido" y la bio música electroacústica, el paseo no solo fue un simple contacto con el entorno natural, sino que se convirtió en una inmersión sensorial que me permitió percibir la vida secreta de los árboles, esos gigantes silenciosos que habitan la ciudad. Uno de los momentos más especiales fue cuando llegamos al árbol del Moral en la Caleta. Este árbol, con su robusta presencia y longevidad, parecía tener una historia profunda que contar. A través de la técnica de la bio música electroacústica, pudimos captar las vibraciones internas de este imponente ser vivo, esas resonancias casi imperceptibles que revelan su vitalidad y su interacción con el ambiente circundante. Fue fascinante escuchar cómo la estructura del Moral, sus hojas y ramas, transformaban los estímulos del entorno en patrones sonoros que vibraban en frecuencias casi místicas. Parecía como si el árbol nos estuviera comunicando su propia historia, sus ciclos de vida y las huellas del tiempo. El paseo fue una experiencia casi meditativa. El uso de las técnicas de bio música nos permitió escuchar la sinfonía interna de los árboles, que normalmente pasaría desapercibida para los sentidos humanos. Cada árbol tenía su propia "voz", su propio pulso sonoro, reflejando la biodiversidad acústica del lugar. Era como si los árboles fueran orquestas vivas, sintonizadas con la energía de la ciudad y el mar que los rodea. Este enfoque basado en la ecología acústica nos invita a una nueva forma de percibir y valorar el entorno natural. Me recordó la interconexión que existe entre todos los seres vivos y cómo, si estamos dispuestos a escuchar, la naturaleza tiene mucho que decirnos. En el caso del árbol del Moral, la experiencia fue especialmente poderosa. No solo por su relevancia histórica y botánica, sino porque a través del sonido, pude sentir una conexión profunda con su esencia, una conexión que iba más allá de lo visual y lo tangible. Este paseo sonoro fue más que una actividad, un concierto, fue un viaje hacia el corazón de la naturaleza, donde los árboles dejaron de ser simplemente parte del paisaje y se convirtieron en verdaderos protagonistas de una sinfonía silenciosa que, gracias a la bio música, pudimos por fin escuchar y entender. Sin duda, una experiencia que permanecerá conmigo y que cambia la forma en que percibo los espacios naturales.